domingo, 6 de marzo de 2016

No, no, que el tiempo no te cambie


¿Qué es lo que hace que unos cuántos cincuentones quieran reunirse tras más de 30 años sin verse? ¿Qué es lo que además les hace repetir un año más? ¿Cuál es la razón por la que esos 90 nostálgicos decidimos dejar lo que teníamos para ese sábado noche y nos presentamos allí?
Eso me preguntaba anoche uno de los amigos con los que por segundo año - sí, yo soy de las repetidoras - tuve la oportunidad de charlar y compartir recuerdos, anécdotas, y muchas historias.

No hizo falta más que empezar a ver los vídeos y fotos antiguos para comprender la razón. Ves esas caras, esas sonrisas, esas miradas llenas de ilusión y de sueños adolescentes y te das cuenta de que te reconoces en cada una de ellas, que aunque lo de fuera haya cambiado, tú sigues siendo el mismo. Y esto, la verdad, es bueno que te lo recuerden de vez en cuando.


Al ir cumpliendo años nos preguntamos cómo será hacerse mayor, pero mayor de verdad, de esos a los que miras y dices "ese sí que es mayor". Y en realidad nunca nos hacemos mayores del todo, porque uno por dentro no tiene edad. Cambia nuestro cuerpo, nuestro entorno, nos crecen los hijos, o los sobrinos, cambia nuestra imagen en el espejo, en la que a veces no nos reconocemos, pero el "yo" que está dentro, ese que estamos viendo en estos vídeos nostálgicos, sigue estando ahí. No hay un día en el que nos despertemos siendo mayores. No hay una transformación que nos haga perder el hilo de ese niño, de ese adolescente que fuimos.

Pero sí es verdad que los recuerdos se van difuminando con los años y que muchas veces nos cuesta recordar, por eso es bueno que de vez en cuando nos veamos a nosotros mismos como éramos a los 17, con ese brillo en los ojos y esas ganas de comernos el mundo. Y nos vuelven los recuerdos y nos remueven la juventud y la ilusión que no hemos perdido, y nos faltan horas para hablar con todos, para recordar los buenos momentos que compartimos durante los que fueron sin duda, los años que definieron lo que iba a ser nuestra vida. ¿Acaso puede haber mejor razón?


jueves, 5 de abril de 2012

Premio al blog nobel

Hoy hemos recibido un premio, el premio al blog nobel, que se entrega a blogs con menos de 200 seguidores y que a su vez tendremos que entregar a otros 5 blogs que a su vez lo entregarán a otros 5. Muchísimas gracias Vssai de "Nuestra Vida" por el premio!!! eres un sol. Y aquí van mis 5 blogs premiados, no olvidéis repartir el premio!!!
http://criandoamimanera.blogspot.com/
http://esperandovolveranacer.blogspot.com.es/
http://teepasticcini.blogspot.com.es/
http://prettyhair-andmore.blogspot.com.es/
http://aradisseny.blogspot.com.es/

Enhorabuena a los premiados y ánimo a continuar con esto del bloggeo.

martes, 27 de marzo de 2012

Probando la depilación láser en PELOSTOP

Hace tiempo ya me apunté a la comunidad TRND de prueba de productos. Cada cierto tiempo van sacando campañas en las que te apuntas para participar y si tienes suerte y les gusta tu candidatura, te pueden elegir para probar el producto en cuestión.
En esta ocasión la campaña consiste en probar las clínicas de depilación láser PELOSTOP. Al ser elegido te envían un código para activar que corresponde a una sesión gratuita de depilación de ingles o axilas (a elegir) y un sobre con 1 descuento del 30% en un bono de 5 sesiones para continuar el tratamiento, además de 5 vales de descuento de 50% de descuento para regalar a amigas. Además, por supuesto, viene el manual de marketing para explicarte cómo difundir tu experiencia con PELOSTOP con tus amigos y conocidos.
La verdad es que nunca he tenido muchos problemas con el vello, así que nunca me planteé hacerme el láser, pero esta campaña me llamó mucho la atención y la posibilidad de probar esta técnica gratis era demasiado atractiva como para dejarla pasar, así que me lancé y presenté mi candidatura. Cual fue mi sorpresa cuando, tras pasar un exámen en una fase teórica, me eligieron para la campaña.
Enseguida recibí el código de activación para la sesión gratis y al día siguiente de activarlo ya me estaban llamando de PELOSTOP para concertar una cita. El viernes pasado acudía a mi primera cita con toda mi ilusión.
Lo primero es que te tiene que ver un médico antes de pasar a hacerte el tratamiento. Esto es solo la primera vez, y rellenas un cuestionario con una serie de información sobre tu estado general, alergias, tipo de piel, medicación que tomas, etc. Además el médico te mira la piel de la zona a tratar por ver si hay alguna herida o alguna contraindicación al tratamiento. En mi caso, elegí hacerme axilas y tengo dos lunares, uno en cada axila, que me cubrieron antes del tratamiento, puesto que el personal que realiza el mismo es sanitario y ya están atentas a este tipo de cosas.
Y tras la consulta con el médico, tachan!!! pasamos a hacer el tratamiento!!
Una de las cosas que aprendí en la fase teórica del proyecto fue que el tratamiento duele "un poco", dependiendo de la sensibilidad de cada persona y del tipo de piel, así que iba un poco nerviosa, pero con tanta ilusión que se me pasaron los nervios enseguida.
En cuanto entré, me recibió Sara, una mujer encantadora y súper amable que me explicó cómo iba a ser el tratamiento y me pidió que me preparara y me tumbara en la camilla. Una vez protegidos los lunares, me dejó mis gafas protectoras y me rasuró la zona para dejar el vello cortado justo a ras de la piel, y comenzar con el láser. Entonces empezó a darme los "disparos" del láser.
Se escucha un sonido, como de un fogonazo, y se siente un pequeño pinchazo y sensación de calor. El pinchazo a mí no me dolió, y la sensación de calor no molesta hasta que se juntan varios disparos en la misma zona, pero es tan rápido todo - apenas unos segundos por axila - que no da tiempo a quejarse. Entonces pasamos a la otra axila y una vez terminado te ponen una loción de Aloe Vera para proteger la piel, te vistes y ya estás lista.
Sara me recomendó ponerme más Aloe Vera en casa y allí mismo pude comprar un bote de la suya. Entonces pedí la cita para la siguiente sesión, dentro de un mes y medio y cuando se vaya acercando la fecha veré si ya estoy lista para hacerla o no. Como he dicho antes, no tengo mucho problema con el vello, así que no sé si en mes y medio tendré suficiente para volver a hacer el tratamiento o no.
Esta soy yo saliendo del tratamiento:
Mi experiencia con PELOSTOP hasta ahora ha sido excelente. Todo el personal es amable y muy profesional y el trato humano es excepcional. Ahora queda ver los resultados, de los que os iré informando.

martes, 8 de noviembre de 2011

No puedo equivocarme por ti

Cuando uno se embarca en la aventura de tener hijos, desde el minuto cero, todo es un sufrir. Primero sufrimos por si no llega el deseado embarazo, después por si algo no va bien, y cuando por fin tenemos a nuestra criatura en brazos, entonces caemos en la cuenta de que sufrir, lo que se dice sufrir, es lo que acaba de comenzar.
 
Mientras son pequeños uno va pensando "qué ganas tengo de que crezca para dejar de sufrir tanto", porque claro, al principio que si no come bien, que si le duele la barriguita, que si los cólicos, que si el no dormir... y luego crecen un poco y llegan las rabietas, las cabezonerías, el no ver el peligro y tener que andar con mil ojos para que no se nos rompan los angelitos, que algunos son más tranquilotes y se van librando, pero otros lo van pidiendo a gritos en cada gesto. Luego llegan las enfermedades, las convalecencias, los dichosos virus infantiles, las noches en vela poniendo termómetros y velando su sueño con esos necesarios mimitos de mamá que todo lo curan. Y aún pensamos "qué ganas tengo de que crezca un poco más y entonces sí que podré dejar de sufrir por ti". Entonces crecen más, claro, faltaría más, y llegan las visitas a urgencias, las radiografías de "solo ha sido un golpe", las de "uys, esto se ha roto y hay que operar", y la sensación terrible de culpa, de "tenía que haberle cuidado más, haber estado más pendiente", ¡como si eso fuera posible! También entonces pensamos en lo de "qué ganas tengo de que crezca un poco más aún y ya sí que dejaré de sufrir por fin".
 
Pero también crecen más y llega ese día en que les dejas solos ante el mundo, ese mundo claramente hostil para ellos, del que tendríamos que ser capaces de protegerles y es imposible, porque no lo abarcamos todo, porque solo somos sus padres y no nos podemos meter en su cabeza, en su pensamiento, en sus ideas, y no podemos hacerles ver que cuando eligen un camino que no es el correcto, se están equivocando, porque aunque nada nos gustaría más en esta vida, no nos podemos equivocar por ellos. Solo podemos estar ahí, a su lado, esperando que su equivocación no les haga mucho daño, y si lo hace, estando ahí para limpiarles también estas heridas, y estar a su lado, como lo hemos estado desde antes que nacieran. Aunque a estas alturas ellos ya no lo recuerden y es entonces cuando comprendemos de verdad el significado del amor por los hijos, ese que no espera nada a cambio, porque nada va a recibir, y sin embargo, sigue luchando para que ellos no sufran, no importa cuánto suframos nosotros a cambio.
 
Por suerte, durante todos esos años hemos ido acumulando un buen puñado de sus besos, sus caricias, sus abrazos, sus miradas de amor incondicional, sus "te quiero, mami" y todos esos millones de cosas que hacen que haya valido la pena. Y por encima de todo, igual que siempre, seguimos pensando "qué ganas tengo de que sigas creciendo un poco más para que ya no suframos ninguna de las dos".

lunes, 17 de octubre de 2011

Viajar en avión

Aún recuerdo los días en que viajar en avión era algo glamuroso e importante que a todo el mundo le hacía mucha ilusión. Viajabas en avión y estabas haciendo uso de la más avanzada ingeniería, del mayor confort y del mejor trato y amabilidad por parte del personal de vuelo. ¡Qué tiempos aquellos!
Fue aún en esos días "dorados" cuando comencé a viajar por trabajo, al principio de forma ocasional y durante largas temporadas, de forma muy frecuente. También en esa época hice mi primer vuelo transoceánico y recuerdo que me cabían las piernas perfectamente entre mi asiento y el respaldo de delante. ¡Qué aviones aquellos!

Por muy corto que fuera el viaje, siempre tenían algún detalle contigo, incluso en tramos más largos, no faltaba un desayuno estupendo, con ese café aguado que nos sabía a gloria bendita a las horas intempestivas que volamos los pobres currantes, con ese chocolate a la taza que ofrecía Spanair y que la convertía en mi línea aérea favorita, con esa bollería y esas galletitas y ese zumo de naranja que te dejaban como un rey y que hacían que empezases el día con fuerza a pesar del consabido madrugón. ¡Qué servicio de a bordo aquel!

Entonces alguien descubrió que si le quitaba una aceituna, ¡una sola aceituna! a las comidas que se servían a bordo de sus aviones en todo el mundo, se ahorrarían 40.000$ ... y ahí llegó el fin del servicio de a bordo. Porque claro, si quitando una aceituna se ahorraban 40.000$, ¿cuánto se ahorrarían si quitaban el zumo, los bollitos, el café aguado ¡y hasta el chocolate! y si además movían todas las filas del avión unos cuántos centímetros hacia delante, dejando el espacio justo para poder respirar - flojito, eso sí - y ganando así una fila más por avión, entonces ¡el ahorro sería muchísimo mayor! y ahí vino el fin del confort.

Para compensarnos por semejantes agravios, las compañías aéreas empezaron a sacar tarifas reducidas, ¡reducidísimas! casi tanto como el escaso espacio para respirar - flojito - que queda entre sus filas de asientos. Y entonces cualquiera pudo volar, y esto debió molestar mucho al personal de vuelo, porque ya no te tratan igual. Yo creo que ahora te miran y piensan "este cutre seguro que ha pagado poquísimo por su billete, no se merece que le sonría ni que le salude", y tú te agachas en el diminuto espacio que tienes asignado en el avión, miras para abajo avergonzado y procuras no molestar mucho - ni respirar muy fuerte - no vaya a ser que alguien se moleste.
Y entonces piensas en los tiempos dorados y en aquel café del que tanto nos quejábamos y por el que ahora - si queremos - tenemos que pagar un precio disparatado que hace que ya no nos sepa igual, claro.
En estos tiempos de ahorro y low cost, lo único que nos queda por pedir a las aerolíneas es que bajen un poco el volumen de la megafonía para que al menos podamos dormirnos durante el vuelo, y que el trago se pase lo antes posible. El trago metafórico, claro, ¡cualquiera pide un trago hoy en día!

martes, 4 de octubre de 2011

Por qué adoro mi Kindle

A vueltas con la tecnología, hoy quiero hablar de los lectores de libros electrónicos o "e-readers", concretamente del que yo uso, que es el Kindle 2 de Amazon.


En primer lugar explicar que leo bastante, mínimo media hora al día, antes de irme a dormir, cada noche, además de aprovechar cualquier tiempo muerto para hacerlo: salas de espera de médicos, viajes en tren, en avión, vacaciones... Antes solía ir con el libro que tuviera a medias, a todas partes, lo que no dejaba de ser una carga y un engorro, claro. Cuando empecé a viajar cada semana durante al menos 2 o 3 noches, lo de llevar libros en papel en la maleta era misión imposible, entre maleta, ordenador portátil, bolso y demás trastos, terminé por no llevar libros para tratar de reducir el peso para mi pobre espalda.

Así las cosas, cuando oí hablar de los libros electrónicos, mi primera impresión fue la de todos "bah, no puede ser lo mismo, donde esté un libro en papel que se quite la tecnología", que si el olor del papel, que si el pasar las páginas, que si el marcar un texto o poner una señal para enseñarle un fragmento del libro a alguien... pero con mi habitual sentido práctico, finalmente pensé, "a ver, decenas de libros en un lector del tamaño de una cuartilla, y en apenas 250 gramos de peso... uhmmmm", total, que me lancé.

Primero tuve una experiencia con un lector cualquiera, de cuya marca no puedo acordarme, que devolví a la tienda a los 2 días de tenerlo. Pensando que no podía ser que todos fueran tan malos, estuve leyendo por internet opiniones de la gente y coincidí con varios que habían comprado un Kindle y estaban encantados. Nada de cuelgues, nada de reset, nada de bloqueos o pantallas estalladas. Busqué algo más de información y descubrí que el Kindle venía con 3G y una conexión gratuita a la red de amazon Whispernet, que utilizando las redes de otras operadoras, da servicio en España. A través de esta red puedes acceder desde el propio dispositivo a la tienda de amazon para descargar contenido, ya sean libros o suscripciones de periódicos o revistas (incluyendo la mayoría de los españoles). En aquel momento amazon aún disponía de pocos libros en español, pero ya iba teniendo, digamos que había unos 2.000 títulos. Pero eso no es todo, cuando te compras un Kindle, amazon te abre una cuenta de correo tipo: usuario@free.kindle.com para que le envíes cualquier libro que tengas en los formatos más comunes (.doc, .pdf. .html...) y ellos te devuelven el libro convertido al formato del lector (.azw).

Hoy en día, varias webs venden libros en formato epub, que es el estándar europeo, que a través de un programa como calibre, se pueden convertir a formato Kindle e instalarlo directamente en el dispositivo. Vamos, que como podéis ver, todo son facilidades, a mí me resulta comodísimo su uso. En este momento que amazon ha abierto su tienda en internet española, estamos a la espera de la aparición de libros electrónicos en español, mucho más amplia que aquellos 2.000 libros con los que empezaron. No obstante, como digo, en www.amazon.com se pueden descargar libros en español sin problemas.

Además del lector, amazon pone a tu disposición un software para poder leer los libros desde tu PC (Kindle for PC), desde tu Mac (Kindle for Mac) o desde tu smartphone (Kindle for Android o Kindle for iPhone), donde podrás descargar y sincronizar la página de lectura de aquellos libros que hayas adquirido en amazon. Esto es lo que se llama "alojamiento en la nube" o "cloud storage", y es una de las ventajas de pagar por tus libros, además a un precio muy competitivo. De esta manera, si tienes tu libro a medias y quieres seguir leyendo desde tu ordenador, basta con que te conectes con tu cuenta de amazon y le pidas sincronizar a la última página leída. Te descargará el libro en cuestión y lo mostrará en la página por la que ibas. Antes de cerrarlo, vuelves a sincronizar, y cuando abras tu Kindle, de nuevo sincronizas para que te avance hasta la página en la que lo has dejado ahora. Como digo, esto solo sirve para los libros comprados en amazon, y realmente aparte de sincronizar páginas, te sirve como una estupenda copia de seguridad de tus compras.

Cuando lees un libro en el Kindle, puedes subrayar partes del texto, poner marcadores o añadir tus propios comentarios como notas al pie. Si crees que hay una parte del libro a la que deberás volver a revisar, le pones un marcador y en cualquier momento puedes volver a esta página. En cuanto a la lectura, dispone de varios tamaños de letra, lo puedes leer en vertical o en horizontal, y - de momento solo en inglés - puedes dejar que el Kindle te lea el libro en voz alta. Esperamos pronto disponer del lector de libros en español también, para poder seguir "leyendo" nuestro libro cuando no podamos estar mirando a la pantalla. La pantalla del Kindle funciona con la llamada e-ink o tinta electrónica. Esto significa que no son pantallas retroiluminadas, como las de los ordenadores o los móviles, sino que funcionan mediante imantación de la superficie, atrayendo esta imantación las partículas de tinta, y colocándolas de manera que formen las letras que estamos leyendo. Debido al funcionamiento de este tipo de pantalla, el consumo de batería es mínimo, puesto que solo gasta cuando pasamos de página y tiene que "construir" una nueva página. El cálculo que hace el fabricante es de unas 8.000 páginas por cada carga de batería completa.

En cuanto a la compra del dispositivo, solo se puede hacer en www.amazon.com, ya que desde las webs internacionales no lo venden. Esto no es un problema, es más bien una ventaja para nosotros que pagamos en euros, ya que los precios son en dólares y al cambio salimos ganando. En los precios que nos indicarán cuando hagamos el pedido, estará incluído el transporte y el despacho de aduanas, lo que es muy importante, ya que al llegar a España os llamarán de la aduana para pediros los datos y hay que decir que viene todo pagado (algún caso ha habido de alguien que lo ha pagado dos veces por no saber esto). En mi caso, hice el pedido el 23/02/2010 y lo recibí en mi casa el día 26, solo 3 días después.

Actualmente Kindle ha puesto a la venta un nuevo Kindle (y van por el 4 ya) mucho más pequeño y ligero, que ya no tiene el teclado completo, que ocupaba bastante. Ahora tienes la opción de comprarlo con 3G o solo con wi-fi, que yo lo recomiendo, porque el 3G realmente es innecesario hoy en día, donde en cada casa disponemos de redes wifi para descargar contenido o sincronizar. El precio de venta en España es de 109 Euros, como digo, con transporte y aduanas incluídos, lo cuál lo pone en unos precios muy competitivos.

Además, para finales de noviembre, va a salir el nuevo Kindle Touch, que de aspecto será igual que el Kindle 4, pero con pantalla táctil. En este caso, yo prefiero esperar unos meses a ver resultados, ya que tuve una mala experiencia con una pantalla táctil y quiero ver qué tal funciona la del Kindle.

En definitiva, si estáis pensando en comprar un lector de libros electrónicos, el Kindle es una buenísima opción.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Enchufados

Dice el chiste:

Anoche mi madre y yo estábamos sentados en la sala hablando de cosas de la vida… entre otras… estábamos hablando del tema de vivir/morir.
Le dije: ‘Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella… Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. PREFIERO MORIR’.
Entonces, mi madre se levantó con cara de admiración… Y me desenchufó el televisor, el DVD, el cable de Internet, el PC, el mp3/4, la Play-3, la PSP, la Wii, el teléfono fijo, me quitó la blackberry, la tablet y me tiró todas las cervezas.
¡La madre que la parió!… ¡CASI ME MUERO!


A todos nos hace mucha gracia el chiste, pero en realidad no nos damos cuenta de la gran verdad que hay detrás de esta historieta. Ya casi nadie se acuerda de cómo era la vida sin móvil, y hablo de un móvil normal, que solo permita hablar y enviar mensajes, de esos que ya ni se encuentran. Aún recuerdo cuando empezaron a verse los primeros móviles que mucha gente decía “vaya pijada, yo desde luego jamás tendré uno de esos” jeje, a cuántos les recordaría yo la frasecita. Los que tenían móvil eran tachados de pijos, frikis, y sobre todo de querer llamar la atención, porque ¿a quién se le ocurre si no, ir hablando por teléfono por la calle? Menuda tontería, ¡habrase visto!

Cuando hablo con mis compañeros más jóvenes, o con mis hijos, y les cuento anécdotas de cuando yo empecé a trabajar y a viajar por trabajo, siempre llego al punto en el que una situación que se resolvería en un pis-pas con un móvil, era insalvable sin el aparatejo en cuestión. Entonces ellos me miran y me dicen “¿y por qué no llamaste con el móvil?” y a ver cómo les explicas que ¡no existían!

Yo reconozco que soy una tecno-adicta (toma palabro). No hay aparatejo nuevo que no desee con todas mis ganas poseer para trastear con él. No siempre lo consigo, claro, que la tecnología – sobre todo la de estreno – suele ser muy cara, pero es verdad que he juntado una buena colección de cacharros a los que vivo enganchada. Y claro, el problema viene cuando la tecnología falla, porque antes éramos capaces de quedarnos tirados en una carretera secundaria con una rueda pinchada y sin gato (y sin móvil, os recuerdo) y no pasaba nada, ya nos vería alguien o echaríamos a andar hasta el pueblo más cercano y encima tendríamos una aventura que contar. Ahora si se nos pincha una rueda en mitad de la M-30 en hora punta y nos quedamos sin batería en el móvil entramos en modo pánico directamente. No se nos ocurriría pedir ayuda a cualquiera que pase, ir a un poste de S.O.S (aún no los han quitado, ¿verdad?) o esperar a que venga la poli, que seguro que aparece en cerocoma.

Recientemente he sufrido el fallecimiento inesperado de mi blackberry, que como es de trabajo, en mi empresa se han ocupado de enviar al servicio técnico para repararla. Apenas tardaron unas 3 horas en proporcionarme otra de modo temporal para poder estar localizable mientras me arreglan la mía, pero os aseguro que fueron las 3 horas más angustiosas que he pasado en los últimos tiempos. Mis hijos no me llaman por teléfono, me envían whatsapp’s, mi pareja no me llama, me envía mails a mi cuenta de gmail, al igual que mis amigas, sé dónde están mis hijos por medio de Latitude, ¡sin la blackberry me sentía huérfana! Por supuesto, todos tienen mi número de móvil personal y todos tienen mi fijo, pero seguro que a nadie se le ocurriría utilizarlos. Pasadas las 3 horas y habiendo sobrevivido a ellas a duras penas, viene el drama de cargar la libreta de direcciones, porque digo yo, ¿quién se sabe los números de teléfono de sus amigos/familiares? Yo no, desde luego. Aún recuerdo el móvil de mi chico y el de mi hija mayor, pero el resto soy incapaz, no me acuerdo porque no me hace falta, porque para eso están las agendas de los móviles y ya nadie memoriza números como hacíamos antes. Dos días, dos, tardé en encontrar mi copia de seguridad y en poder restaurar mis contactos en el nuevo móvil. Dos días en los que tenía en las últimas llamadas los 3-4 números que uso a diario, y a los que iba llamando usando esta lista. Dos días en los que no pude llamar con el manos libres del coche, porque al no tener contactos, no me valía para nada. Que sí, que antes esperábamos a llegar a los sitios para llamar por teléfono, pero ahora ¡nos entra la angustia si no podemos hablar desde el coche!

Desde entonces le estoy dando muchas vueltas a esto de vivir enchufada, creo que voy a intentar dejarlo, pero no sé si seré capaz de vivir sin cables. ¿Vosotr@s lo seríais?